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Frugalidad cuando menos es más

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Desde Confiar también estamos sumados a esa gran conversación, #CuandoEstoAcabe, a propósito de la normalidad que llega nuevamente con aire de instalar lo que estaba antes de arribar esta pandemia, esta pandemia horrorosa anunciada por un mensajero, el Covid 19, que nos pone en presente toda la condición de fragilidad en la que la hegemonía del capital ha sumido al planeta entero, y en él todos los seres vivos, incluido los seres humanos, los animales, las plantas y la naturaleza toda.

Por eso nos anima la idea de participar, de preguntarnos, de recuperar la importancia de la pregunta, y la reiteración también de la invitación a la pensadera, y no sólo de manera individual sino colectiva, para que cuando esto termine tengamos una inmensa voz y una gran fuerza colectiva para instalar una “nueva normalidad”, que es la Frugalidad, cuando menos es más, un escenario que nos permite poner en evidencia toda esa axiología y pedagogía que se ha aplicado de manera práctica en Confiar, y que hoy nos da resultados extraordinarios, porque lo que está pasando es la continuidad de una carrera de fondo, no es un sprint, no es algo que pasará en 40 días, será un tránsito largo, como la canción de Joaquín Sabina 19 días y 500 noches; sí, muchos días por venir y todavía muchas más noches por llegar para repensarnos y poner en marcha la construcción del estado añorado de la frugalidad, que empieza por cosas sencillas como recibir el sol, que es vitamina D, porque el confinamiento nos aísla del sol y si nos descuidamos nos termina separando de nosotros mismos, caminar descalzos y comer sano, antes que esperar la pócima milagrosa que está mediada por la codicia, me refiero a la vacuna sanadora, mientras nos invitan al consumo masivo del agua, el alcohol y los geles.

Recordemos el Génesis, el mundo se crea a partir de la austeridad, se ordena primero el desorden, para que cada elemento se sitúe en el lugar correcto. En el desierto están los oasis, el camello y la palmera; en el polo habita el oso, la morsa y el esquimal. Qué bella y frugal es la tierra, habita en ella una naturaleza sin sufrimiento, sin competencia, a la tierra nada le sobra, nada le falta. Es un planeta perfecto, una sumatoria de versos, porque en cada semilla hay contenida una promesa de sombra, esa es la esperanza.

Insistamos en esa gran conversación
para que cuando esto acabe,
podamos lograr el estado
de frugalidad soñado,
que es simetría, que es abundancia justa, que es reflexión puesta en escena, no para mañana, no para el día después, es para hoy, recuperando el silencio y con él la introspección que es cercanía y conexión con nosotros mismos, una manera vital que nos evitará caer en el vórtice del miedo y nos invite a pensar, que nos impulse a creer y hacer realidad Otro mundo es posible.