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El regalo de un nuevo capítulo bajo techo propio

La llave verde que abre sueños  

“¿Alguna vez le habían regalado flores?”, preguntó Alexandra a Otoniel mientras le entregaba el ramo que había recibido junto con esa llave verde, enorme, que lleva su nombre impreso. Este es el símbolo de un nuevo comienzo, el recordatorio de que él es ganador de la vivienda que Confiar Coop sorteó el pasado 16 de agosto de 2025. 

La rutina de la agencia La 80 se transformó ese miércoles, 10 de septiembre. Lo cotidiano dio paso a un acto corto y sentido, en el que las personas presentes en la agencia presenciaron una entrega que no solo abría una puerta física, sino también la posibilidad de que Otoniel y su familia empezaran a escribir un capítulo distinto en su historia de vida.  

La fortuna de lo colectivo 

En su intervención, Maryori Gómez, directora de dicha agencia, invitó a reflexionar sobre el sentido de lo que hacemos como cooperativa: cómo y por qué lo hacemos. También celebró la alegría de contar con el primer ganador de vivienda en esta sede, justo cuando cumple 15 años de acompañar al occidente de Medellín. 

Desde el proyecto Siembra, se entregaron las llaves del apartamento con el que Otoniel materializa ese beneficio equivalente a 155 salarios mínimos legales vigentes. Así se va dando forma a un propósito: transformar los sueños en realidades y la esperanza en techo propio. La alegría de Otoniel y su familia se volvió colectiva, compartida por quienes presenciaron el momento y se permitieron imaginar lo que significa recibir un regalo así. 

Al evento se unieron, entre otras personas, Juan Fernando Gil, director zonal; Natalia Herrera, directora de Siembra; Doris Gil, gerente de la asociación de reciclaje Asemar; María Gladys Balvín, delegada, y María Hilda Ossa, exdelegada y asociada de la agencia La 80. 

La lotería de la vida hecha confianza  

Dos días después, Otoniel y su familia conocieron el apartamento. Desde allí, con la vista al norte del Valle de Aburrá, comenzaron a soñar con los detalles que harán de ese espacio un hogar. Sereno, casi sin estridencias, Otoniel compartió que esta noticia llegó en un momento de cambios vitales: decidió migrar en busca de nuevos horizontes laborales, ahorrar con paciencia y esperar la llegada de su pensión. 

Su relato se convierte en un espejo de muchas historias: de quienes migran del campo a la ciudad, de quienes se reinventan una y otra vez, de quienes con esfuerzo construyen sociedad en medio de los retos cotidianos. Para él, ganar esta vivienda fue como recibir una lotería; para Confiar Coop, es la confirmación de que los sueños compartidos se vuelven posibles cuando lo común se cultiva. 

Porque con cada “llavezota” verde no solo se entrega un techo: se abre una puerta al futuro, se siembra confianza y se fortalece lo colectivo.